No soy tu mejor opción.

Solo soy la persona que hará que los demás vean eso que te hace valioso. 

Soy copywriter profesional y me encargo de diferenciarte a través de la comunicación para que dejes de perder ventas y clientes. 

 

Aunque… Tampoco he venido aquí a engañarte. 

No soy Jesucristo ni puedo hacer milagros. 

Yo me dedico a ayudar a negocios y a marcas a comunicar eficazmente el valor que pueden aportar a su cliente. 

Ahora bien, si no puedes aportar nada de valor a tu cliente, siento decirte que mis servicios no pueden ayudarte. 

Para eso hay otros copywriter que aseguran tener una habilidad extraña y rara que les permite vender lo que sea a quien sea. Pero siento decirte que yo no soy uno de esos. 

 

Aun así, si tienes algo valioso que ofrecer a tu cliente y no sabes cómo comunicarlo, quiero hacerte una pregunta… 

 

¿Tienes hijos? 

 

En verdad, me da igual la respuesta (si los tienes ¡Felicidades! Y sino, pues más tiempo que tienes para tu negocio). 

Esto te lo pregunto porque cuando era un niño llorón que le gustaba sacarse los mocos tenía una asquerosa manía. 

Comer con las manos. 

 

La verdad, no sabría decirte exactamente por qué lo hacía. 

Mi madre me había educado perfectamente para utilizar el cuchillo y el tenedor. 

Pero, simplemente me parecía mucha más natural y rápido comer con las manos. 

Aun así, a mi madre esa comodidad no le hacía ninguna gracia. 

 

“¡Joseee, que no te lo tenga que repetir! No comas con las manos”, me decía siempre que me pillaba en el acto. 

 

“Pero, mamá, ¿Porqué tengo que comer con los cubiertos, si es mucho más cómodo comer con las manos?”. 

 

Y ella, como siempre, me respondía: 

 

“La mujer del César no solo debe ser honrada, sino que también debe parecerlo”. 

 

Aunque está frase parezca sencilla y tonta (normal, todo el mundo la dice sin entenderla). 

Si la aplicas bien en tu negocio, te puedo asegurar que la venta dejará de ser un problema para ti. 

 
 

Dos casos de correcta aplicación

En mi barrio se celebra un mercadillo una semana al año, y unos amigos míos me invitaron a participar en su puesto.

Ellos vendían una especie de juego recreativo bastante raro pero muy divertido que hacía disfrutar mucho a la gente que lo jugaba.

El problema es que, aunque mucha gente se pasaba a ver que había en el puesto, muy pocos se enteraban de que iba y, al final, acaban comprando en otro puesto.

Por eso, en lo único que me centré es en crear una estrategia de comunicación efectiva.

Con eso, pasaron de facturar 100€ a 900€ en el mejor día de todos (Y en el peor 550€).

 

  • Convertir a gente interesada en clientes es un problema mucho más común de lo que piensas.
  • Conseguir que la gente venga a ver lo que hace tu mercadillo está bien, pero diseñar una estrategia para hacer que cuando vengan te compren está mucho mejor.

Una clienta me pidió que le editará la propuesta editorial de su libro. 

Lo que hice es reescribir la propuesta editorial (que era una más del montón que estaba copiada de una plantilla) a una propuesta interesante y diferente que tenía todo lo que la editorial quería de una propuesta. 

Ahora mismo el libro está publicado por España y por Latinoamérica.  

 

  • En el mundo hay muchos profesionales con un talento innato, pero que no lo saben comunicárselo a los demás. 
  • Y exactamente en eso es a lo que me dedico. 

No hago milagros. 

El milagro ya lo has hecho tú. 

Yo solo me encargo de comunicarlo. 

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